(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

lunes, 13 de noviembre de 2017

El Lenguaje/ Una gran fuerza mágica !





" Las cosas son aquello que el Verbo crea cuando las nombra"

La mayoría de palabras que emitimos los seres humanos las decimos sin ningún propósito creador, tan solo por ciertos motivos personales.

Sin embargo cuanto más progresamos en el sendero que nos introduce en los "misterios", mayor cuidado hemos de tener con nuestras palabras. ¿Porqué razón? 
En primer lugar; debido a la etapa de evolución alcanzada, el aspirante que se ha adentrado en el camino del discipulado puede impartir tal fuerza a sus palabras, que le sorprendería si hubiera desarrollado la clarividencia superior y pudiera ver sus efectos en el plano mental. Al pensar construye con más exactitud que el hombre común, en consecuencia, la forma mental que ha creado con tanta precisión tiene una mayor vitalidad cuando desempeña la función por la que ha sido creada con el "sonido" de su voz.
Cualquier forma mental expresada por medio de la palabra hablada construida en las primeras etapas del sendero, levanta una barrera de materia mental entre él y su objetivo y le impide seguir avanzando (excepto a quienes han entrado en el Sendero superior y han dejado al margen sus objetivos personales). Esta muralla de separación construida con materia mental  debe ser eliminada antes de poder efectuarse un nuevo avance. Este proceso es kármico e inevitable, pues forma parte de una etapa evolutiva por la que todos tendremos que pasar.
Desde que el hombre empezó a pensar, la palabra ha constituido en gran parte el sistema de comunicación en los niveles físicos. Cuando la orientación se dirige hacia etapas superiores del camino y el Ángel solar (nuestro Yo superior) puede prestar servicio a través de sus vehículos, el enfoque de la consciencia se sitúa en los niveles más sutiles, y entonces cuando el discípulo se comunique con los compañeros del grupo y con quien ha decidido colaborar, el lenguaje desempeñará una parte cada vez menor, porqué entonces la percepción intuitiva y la telepática caracterizarán  la forma de comunicarse, estableciéndose de esta forma el intercambio  entre aspirantes y discípulos. Sin embargo esto únicamente será posible cuando entre los miembros del grupo exista plena confianza, simpatía y esfuerzo unido,a fin de llevar a cabo el servicio que el Maestro les haya asignado. Entonces el grupo se convertirá en un canal puro, a través del cual el Maestro podrá derramar Su fuerza.

Los Maestros de la Jerarquía trabajan por medio de grupos, grandes o pequeños y si la integración del grupo es firme, constante e ininterrumpida se facilitará Su tarea.

Una de las causas más frecuentes que dificultan el trabajo grupal y la consiguiente interrupción de fuerza del Maestro, tiene principalmente sus causas en el mal uso del lenguaje. Esto se debe a que el canal del plano mental se obstruye debido a que las energías que deberían mantenerse centradas en los chacras superiores, descienden a los niveles astrales, aunque sea temporalmente.

El trabajo grupal es de vital importancia en estos días de gran necesidad mundial.   

El Maestro busca en el plano físico a los aspirantes y discípulos que estén dispuestos a sacrificar sus deseos personales, con el fin de poder dar un impulso a la evolución planetaria, ya sea en forma de una organización o con quienes puedan formar un núcleo, aunque únicamente esté formado por dos o tres personas que estén compenetradas mutuamente y sigan desinteresadamente el sendero del servicio. Estos reducidos grupos pueden obtener resultados más definidos en menos tiempo de lo que es posible en un grupo numeroso, pues aunque éstos sean sinceros y fervientes en sus objetivos, todavía se dejan arrastrar por los prejuicios personales y por la crítica. Desconocen el significado de la confianza y colaboración mutuas, descuidan sus palabras y esto indica que todavía no han desarrollado la consciencia grupal del Alma, dificultando la integración en el grupo. 
El día que aprendamos el significado del lenguaje, aprenderemos como hablar, cuando hablar, qué logramos con hablar y que sucede cuando hablamos, entonces estaremos preparados para entrar en una etapa superior del Sendero y mucho más cerca de nuestro objetivo. El aspirante o discípulo que controle correctamente sus palabras es el que hará mayor progreso.

En la antigua Escuela Hermética de Pitágoras, en Crotona, se regían por una regla inquebrantable. No se permitía a ningún discípulo en probación hablar durante dos años después de su ingreso y una vez habían aprendido a guardar silencio durante este período, le era concedido el derecho de hablar, puesto que ya habían aprendido el valor y el poder de la palabra. 

El Maestro Tibetano dice a sus discípulos: "Los estudiantes deberían saber que todo buen orador realiza un trabajo muy esotérico. Un buen conferenciante (por ejemplo) es el que hace un trabajo análogo, en pequeña escala al realizado por el Logos solar ¿Qué hizo el Logos ?. Pensó, construyó, vitalizó. Un orador, por lo tanto, selecciona el material con el que va a estructurar su oratoria y lo vitalizará. Reúne de toda la materia mental del mundo la sustancia que trata de emplear individualmente. Luego hace lo mismo que el segundo Logos, le da forma inteligentemente. Construye la forma, y cuando ya lo ha hecho, termina desempeñando la parte de la Primera Persona de la Trinidad, introduciendo su espíritu, vitalidad y fuerza en ella, para que sea una vibrante y viviente manifestación."


Cuando un conferenciante u orador de cualquier naturaleza puede realizar esto, mantiene vivo el interés del auditorio el cual, aprenderá siempre algo de él, pues reconocerá lo que la forma mental que el discípulo ha construido está destinada a transmitir.

En el estudio sobre la cosmología del mundo, vemos que el proceso de la creación fue logrado por medio del sonido, la palabra o Verbo. La Biblia dice: "En el principio era el Verbo y el Verbo era Dios"... "Todas las cosas por él fueron hechas y sin Él, nada de lo que es hecho, fue hecho". De esta manera y de acuerdo a la enseñanza cristiana, los mundos fueron hechos por el Verbo de Dios.
En las Escrituras hindúes, encontramos que al Señor Vishnu, que representa la segunda Persona de la Trinidad se lo denomina "La Voz". Es el gran Cantor que ha construido los mundos y el universo mediante Su Canto. Es el Revelador del pensamiento de Dios que ha construido el universo de sistemas solares. Así como los cristianos hablan de la gran Palabra, el Verbo de Dios, el Cristo, así el hindú habla de Vishnu, el gran Cantor, que crea por medio de Su canto.

La cualidad del Logos de nuestro sistema solar se ve por medio de esta gran forma mental que Él construyó por el Poder de Su Palabra, energetizada con Su particular cualidad de Amor. Dice la Tradición Antigua; "cada vez que Dios habla crea los mundos y en la actualidad, sólo está en este proceso. Aún no ha concluido lo que tiene que decir y de ahí la aparente imperfección presente". Cuando termine esa gran frase o sentencia divina que ocupa Su pensamiento tendremos un sistema solar perfecto, habitado por vidas perfectas.


Una idea evoca un pensamiento y éste es concretado por la palabra, es  extraído de lo abstracto, de un estado sutil e invisible, siendo finalmente materializado en el plano físico produciéndose así algo muy definido en los niveles etéricos. La manifestación objetiva se produce porqué "las cosas son aquello que el Verbo crea cuando las nombra". El lenguaje es literalmente una gran fuerza mágica y los Adeptos o magos blancos por medio del conocimiento de las fuerzas de la naturaleza, del poder del silencio y del lenguaje, pueden producir efectos en el plano físico.  El trabajo mágico consiste en aplicar este conocimiento como son las palabras de poder, los mántram y fórmulas que ponen en movimiento las energías ocultas llamando a los devas a realizar su trabajo de construcción.

Las palabras constituyen una de las llaves que abren las puertas de comunicación entre los hombres y los seres (Devas) que habitan en el más allá, pues dan la clave para descubrir a estas entidades con las cuales se entra en contacto. Pero sólo quien ha aprendido a guardar silencio y conoce el momento propicio en que debe hablar, puede establecer ciertos contactos esotéricos.  
En la Doctrina Secreta se dice: la magia consiste en dirigirse a los Dioses (Devas) en Su propio lenguaje, por lo tanto, el lenguaje del hombre común no puede llegar hasta ellos. 
Por consiguiente, quienes tratan de aprender el lenguaje oculto, quienes anhelan conocer las palabras de poder que penetrarán en los oídos atentos de los moradores del espacio y quienes tratan de aplicar las fórmulas y frases aprendidas que les darán poder sobre los Constructores, deben olvidar  el modo como empleaban las palabras y abstenerse de hablar como lo hace el ser humano común. Habrán aprendido un nuevo lenguaje, una forma de comunicación mucho más sintética y silenciosa, entonces la forma de expresar las palabras, los mántram y las fórmulas que conocen, les pertenecerán.  

Las leyes del lenguaje son las leyes de la materia y los estudiantes esotéricos deben aprender a emplear las palabras y la manipulación de la materia en otros niveles, adaptándose a las leyes que rigen la construcción de las formas.
La palabra es el gran medio por el cual y de forma inconsciente atraemos del espacio, la sustancia que necesitamos para crear ese pequeño sistema que constituyen nuestros cuerpos, siendo el Alma humana el Sol central, que de acuerdo a la Ley de Atracción atrae hacia sí aquello que necesita para crear.

Marta Parramon

3 comentarios:

  1. Me encantó este post Marta. Muchas Gracias por tu labor en este blog. Intento retomar poco a poco mi retraso de lectura y escucha de tus publicaciones. En verano es más complicado :)

    Un fuerte abrazo.

    Marcos.

  2. Acostumbrados como estamos a hablar por hablar no es fácil medir cada palabra antes de abrir la boca, sin embargo en todo cuanto hablemos no tendría que haver ni una sola palabra que no tuviera un sentido.
    Si disciplinamos nuestra mente hablaremos menos, pero cada palabra tendrá el significado, la claridad y la fuerza suficiente como para que los devas constructores lleven a cabo una verdadera obra mágica.
    La palabra produce magia y de esto tendríamos que ser muy conscientes y responsables. Si cuidamos nuestros pensamientos sabiendo que pueden acabar materializándose nada más los pronunciemos y si somos observadores atentos de lo que ocurre en nuestras vidas y en el mundo en general, podremos ver más pronto o más tarde que las ideas se acaban por materializar creando los ambientes sociales, mundiales o familiares.
    Quizás lo repito muy a menudo, pero es muy conveniente estar bien informados de lo que está ocurriendo en el mundo, aunque en sentido oculto, no es conveniente hablar de ello si no es con fines constructivos. Mucho mejor sería hablar de la solución a los problemas y ponernos " manos a la obra" para que cuanto más pronto posible los devas lo materialicen.

    Te hechamos de menos Marcos !!!
    Gracias por tu comentario

    Un fuerte abrazo 
  3. Muchas Gracias por tu contestación querida Marta. Pronto volveré :)

    Un fuerte abrazo. 

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